Rosario Central jugará en el estadio principal por segunda vez en la era semiprofesional. De todas maneras, ya había disputado algunos amistosos, por ejemplo, uno ante la Selección Argentina.
Hoy Central recibe a Independiente en el Gigante de Arroyito, en 2019 lo había hecho cuando enfrentó a SAT. Hace más de 15 años, Las canallas disputaron su primer partido en el Gigante ante la Selección Argentina.
A pesar de la poca difusión sobre la historia del deporte de mujeres años atrás, en 2005 Argentina y Central se cruzaron en este escenario. La selección dirigida por Carlos Borrello se preparaba para la Copa América del 2006 y el Mundial de 2007. Es por eso que realizó algunos encuentros amistosos.

Las protagonistas de Argentina y Central
De un lado con la camiseta azul representando a la Argentina estaban: Vanina Correa, Carmen Brusca, Eva González, Celeste Barbitta, Marisa Gerez, Mariela Coronel, Rosana Gómez, Clarisa Huber, Analía Almeida, Luciana Ardaiz, Catalina Pérez, Fabiana Vallejos, Elizabeth Villanueva, Natalia Gatti y Andrea Ojeda.
Del otro lado Rosario Central con: Micaela Astudillo, Leila Bravo, Graciela Paris, Barbara Iglina, Maite Tolj, Carla Viamonte, Julieta Viamonte, Evelin Ojeda, Carolina Romero, Florencia Amadeo, Luciana Garcia, Patricia Reinaudi y Belen Potassa; quien marco el único gol del “local”. Además estuvo Correa, que atajó un tiempo para cada equipo.
“Jugar en el estadio del club de tus amores es lo más lindo que te puede pasar. Son experiencias que no se olvidan nunca más”, nos expresa Astudillo, actualmente en SAT.

No fue el primero ni el íltimo, pero fue el debut en el Gigante de Arroyito, tanto para Central como para el seleccionado nacional. Vanina Correa fue clave para generar el contacto entre las partes y que este compromiso sea posible. Rosana Gómez en ese momento jugaba en Boca y en la Selección, pero hasta 1998 lo hizo en el Canalla, por lo tanto también mantenía contacto con la dirigencia.
Argentina ganó por 11 a 1, pero no fue lo más importante que ocurrió. El partido sirvió para el recuerdo, para la preparación y para continuar ganando espacios. En aquel momento las posibilidades de sumar rodaje eran enfrentando a equipos nacionales.
“Jugar en mi ciudad siempre me causó algo especial, era la felicidad de que podía ir toda mi familia a verme. Lo que genera disputar un partido en el Gigante de Arroyito no tiene palabras, es muy emocionante”, describe Rosana “La Zurda” Gómez.
Es importante reconstruir estos encuentros para contar la historia de jugadoras que a veces naturalizan algunas dificultades que atravesaron y no toman dimensión quizás de sus grandes logros. Jugar en un estadio es un hecho que sigue siendo una excepción.
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