Las jugadoras frenaron los entrenamientos y se unieron al reclamo por mejores condiciones laborales para el cuerpo técnico de Defensa y Justicia.
No es noticia que las luchas grupales llegan a buen puerto, pero es para destacar la acción colectiva que llevó a solucionar el conflicto del cuerpo técnico en Defensa y Justicia.
«Hoy todo el plantel de fútbol femenino (Primera y Sub 19) de Defensa y Justicia debería estar entrenando, sin embargo empezamos el día decidiendo suspender los entrenamientos. Siempre hubo buena predisposición y compromiso de nuestra parte y del cuerpo técnico para que todo siga funcionando, porque queremos al club, lo respetamos y siempre buscamos dejarlo lo más arriba posible. Pero hoy, con mucho dolor, creemos que si todo sigue como está y no apoyamos esta decisión nada va a cambiar«, expresaron las futbolistas a través de un comunicado en redes sociales.
Ante la ausencia de respuestas, suspendieron los amistosos con Estudiantes de La Plata y San Martín de Burzaco programados para el 5 y 6 de marzo. Ellas iniciaron la protesta el miércoles 3 del corriente mes.

Desde el 2019, la Universidad Arturo Jauretche se fusionó con el club para brindar un apoyo económico y mejorar las condiciones laborales. Esta institución es la que se encargaba del sueldo de los entrenadores de fútbol femenino, pero últimamente dos de ellos no recibían ni un viatico.
Juan Manuel Yacouchevich, Miguel Angel Rodriguez y Cristian Sosa son los encargados de la dirección técnica de Primera, Reserva y del combinado juvenil. Federico Galeano, se sumó como entrenador de aqueras. Son pocos y no piden mucho, por eso las futbolistas hablaron.
«La situación fue cómo lo explicamos en redes sociales. Decidimos parar para que se solucione la falta de pago a los entrenadores», contó Daniela Cardullo, jugadora del equipo.
Leé el comunicado completo
Este viernes 12 de marzo regresaron a las practicas luego de nueve días sin hacerlo. Si bien no conocen los detalles de la charla, los entrenadores les manifestaron que hubo predisposición tanto de la universidad como del club para resolver la situación.
«Orgullosa de todas y cada una de estas pibas, por no aflojar, por pedir y defender lo que creemos justo. No tengo dudas que después de esto volvemos más fuertes, más juntas y sabiendo hacia donde vamos. Ahora toca ponerse los timbos y transpirar la camiseta para dejarla lo más arriba posible», publicó Paula Alvarez en sus redes sociales.
Celebramos las luchas colectivas y repudiamos la falta de herramientas para el fútbol femenino. Entendemos que las jugadoras no deberían tener que llegar a este punto, ni tampoco el cuerpo técnico.
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